Tuesday, June 19, 2007

Perdida

Ya no camina por Santiago, por lo menos ya no lo hace como antes.
Su recorrido ahora es fijo, ya no disfruta del invierno, solo se conforma con ver el cielo desde el metro elevado. Los cielos ya no son como los que le gustaba observar en los cuadros de Monet, su mirada ya se encuentra como las otras, ya no brilla como antes es opaca y triste.
Alguien le ha robado algo y no lo puede encontrar.
En las mañanas llora, en las noches llora, en las tardes pretende estar bien pero la tristeza no puede ser ocultada por el opaco de sus ojos. Ya nada la inspira.

Un sueño roto la persigue
Un amor quebrado desde un principio
Un intento de ser normal y estar en las reglas del mundo. Pero eso no tiene futuro.

No puede dejar atras el Sin que la apasiona tanto, es lo unico que aveces la hace despertarse por las mañanas.
Odia sentirse en la nada.
Odia estar en la nada.

El dolor aveces en insorportable, pero en lo unico que le avisa que esta viva y que debe seguir respirando, por que o si no, no podra sentir el dolor que la mantiene.
¿Hasta cuando se puede aguantar una vida que se basa en sufrir cada dia?
¿Cuanto es capas de mirar más allá un par de ojos tristes?

Antiguamente el opaco del invierno la cobijaba y la hacia brillar más que nunca, y ella era feliz.
Ahora se confunde como una más del resto de los seres que la rodean. Ya no es aquella, ya no es ella, ya no es lo que solia ser.
Quizas maduro, quizas la encontro la adultez, nadie sabe que fue de ella.
Ahora solo se le ve caminar triste por las calles de Santiago con ese rumbo ya definido, que no tiene nada nuevo que mostrarle