Querida soledad, te escribo en esta noche, para contar que quizas mi vida ha tenido un vuelco... me he descubierto, como otros lo han hecho por mi.... ya no camino por la calle sin mirar, quiero que todos vean mi rostro feliz de caminar por esa calle, ya no me escondo, ahora miro.. me gusta ver los rostros de la gente, que me mira sin querer hacerlo, y como ellos se esconden cuando nuestras miradas se cruzan. Me pregunto por que tenemos ese miedo a mirar al extraño..Pero sé que eso no va a cambiar... sigo caminando por las calles, pisando cada vez mas firme, y veo la doble cara de Santiago, esa amable, llena de cultura que es linda.. encantadora, y la otra, fria, dura, donde no vemos al otro, ya que nos da lata reflejarnos o ver algo que no nos guste...
Hablo con mis amigos y veo la magia que los rodea, el encantamiento que me ha hechizado y que aún me hace seguir viendolos o escuchandolos ... los quiero.. quiero todo el mundo, ya que siento que ahora esta a mis pies...
Despierto.. y veo que debo seguir
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